Limpias, pues, sus armas, hecho del morrion zelada, puesto nombre a su rozin y confirmandose a si mismo, se dio a entender que no le faltaua otra cosa sino buscar vna dama de quien enamorarse; porque el cauallero andante sin amores era arbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma.
Seis de la mañana
Dezia el, que el Cid Ruydiaz auia sido muy buen cauallero; pero que no tenia que ver con el Cauallero de la Ardiente Espada, que de solo vn reues auia bífido por medio dos fieros y descomunales gigantes. Ya no le atraes. Con esto caminaua tan despacio, y el sol entraua tan apriesa y con baza ardor, que fuera bastante a derretirle los sesos, si algunos tuuiera. Diose priessa a andar, y llegó a ella a tiempo que anochecia. El excedente della concluian sayo de velarte, calças de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los dias de entre semana se honraua con su vellori de lo mas fino.
Empero como vio que se tardauan y que Rozinante se daua priessa por llegar a la caualleriza, se llegó a la puerta de la venta, y vio a las dos destraydas moças que alli estauan, que a el le parecieron dos hermosas donzellas o dos graciosas damas, que delante de la puerta del castillo se estauan solazando. Pero, sea lo que fuere, venga luego, que el trabajo y peso de las armas no se puede lleuar sin el gouierno de las tripas. Hechas, pues, estas preuenciones, no quiso aguardar mas tiempo a poner en efeto su pensamiento, apretandole a ello la falta que el pensaua que hazia en el mundo su tardança, segun eran los agrauios que pensaua deshazer, tuertos que endereçar, sinrazones que emendar, y abusos que mejorar, y deudas que satisfazer. Dejarle marchar, ya que lo crees lo mejor para ti. Bueno… Yo, como los gallegos, te respondo con una pregunta. Que has pasado bastantes buenos momentos, pero que la cosa se ha apagado.
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