Gestó el movimiento de la "Regeneración"; propició el retorno a la unidad nacional, que había quedado atomizada y gravemente comprometida con los "estados federales"; inspiró, adosado con Miguel Antonio Caro, la Constitución deque ha sido la vértebra institucional del país; y lo gobernó durante varios abriles. Tenemos comida, agua y límite.
Sos mi visita numero :
Ann inhaló aire. Vas a beber el próximo avión para Turín. Entonces podría sacar un berrueco o una piedra, o un ladrillo, y luego parte de una pared, y pronto todo el edificio se vendría abajo. Aquella falta de candor le aterraba un poco, le hacía perder el horizonte.
Apps for reading
Se cerraron mis ojos, y la mente entre los sueños a lo ignoto se alza; meciéndose en los rayos de la luna, da formas a la nada. Tenemos relojes, bicicletas, ordenadores y televisores y pasan los días. Las luces de Hong Kong tiemblan, colocadas en su teatro de cerros. De allí la forma de la métrica con sus paralelismos repetidos aun el exceso, sus acentuaciones obligadas, sus ripios "triunfadoras palmas". Acarició el lomo del conejito, que permanecía acurrucado en la cesta con las orejas gachas. Suena un campanín que indica el momento de las libaciones de flores, los bonzos corren, se prosternan, se tienden en el suelo con aire de heridos mortales. Siguiendo las indicaciones, Ann se dirigió al pabellón de caza del siglo XVIII adonde ahora se hallaban la ambulatorio y las cuadras.
Sin embargo, desconéctalo todo. Recuerdo que tenía los brazos largos y las manos anchas, y un rostro infantil en lo alto de un cuerpo macizo. Noé, aunque procedente de la Apartamento de Caridad, no se tenía por expósito ni por cachorro de la casualidad, Pues podía hacer remontar su genealogía aun su padre y madre que habitaban cerca de la funeraria. Don Diego tiene una fuerte y extraña personalidad. A veces, es un místico frustrado, o un místico de arranque, únicamente. No es ya la confusión decembrina, donde sopla el amor bajo la presencia de Deidad, ni aquella otra de profunda resignación y sentido místico. Jamás les levantamos la mano. Recuerda que Valencia, "en los propios tiempos de su cesarismo intelectual" exaltó la obra de Flórez, a pesar de ser levante "un tropical efusivo, desgreñado en la forma y demasiado básico en cuanto a los motivos de su canto, todos de procedencia popular" mientras Valencia "encarnaba la mentalidad europea de fines del siglo XIX".
Comments
Leave a Reply