UN HOMBRE SOLTERO

Llamadme frívolo, pero si todavía hubieran follado, podría entender el último.

Izquierda Diario

Colin y Julianne son la extraña pareja y, de alguna faceta, se necesitan, se enamoran y se seducen en un baile demencial y asexuado. Sé que la imagen de Carlos con unas agujas de coser y un ovillo de lana es inquietante por el posible resultado. Esta persecución de la gracia se combina con los afectividad de sus personajes, y es aquí cuando la película se reivindica como cine pop inspirado, suerte de nuevo queer cinema que admira las formas del Todd Haynes de Poison o el Gus Van Sant de Mala Noche, todas ellas propuestas primerizas con mejores ideas que resultados. Muchas veces cambia de plano simplemente porque se puede, no porque esté justificado narrativamente. Matthew Goode No tenía tampoco idea de quién era Tom Ford hasta que esta binza empezó a hacer ruido en los premios pre-Oscar. Una binza de fantasmas. El flashback de cuando se conocen Firth y Goode también es muy divertido, con los dos actores cabalmente igual, a pesar de que se supone que han pasado 16 años. El encuentro con el español es igual de malo, con los actores cada uno en un registro y soltando frases que no se creen.

Un hombre soltero

Hay cosas que me hacen mucha gracia, aunque creo que no era la intención de Ford. Alguna puntada daría bien, digo yo. Llamadme frívolo, pero si todavía hubieran follado, podría captar el final. Compartir esta entrada. Esa ama de casa despegada de todo y curada de espantos que interpreta una eufórico Julianne Moore es también George, alguien que ha cuidado durante mucho tiempo un hogar actualidad en ruinas. Y es lo que pasa con este film: es muy inepto, pero de vez en cuando aparecen cosas buenas. Resulta que es un famosísimo diseñador de moda que ha decidido dar el bote a la dirección.

Me temo que Ford no había rodado los planos necesarios y el montador tuvo que actuar malabares. Las gafas de dinero y su look indescriptible consiguen que el espectador se olvide del actor y profundice en el personaje, un gran brillantez que también compete a todo el reparto. Sé que la imagen de Carlos con unas agujas de coser y un ovillo de lana es alarmante por el posible resultado. Muchas veces cambia de plano simplemente porque se puede, no porque esté justificado narrativamente. Esta batida de la belleza se combina con los sentimientos de sus personajes, y es aquí cuando la película se reivindica como cine pop inspirado, suerte de nuevo queer cinema que admira las formas del Todd Haynes de Poison o el Gus Van Sant de Mala Confusión, todas ellas propuestas primerizas con mejores ideas que resultados. George es un profesor universitario que sufre la pérdida de su compañero. Nota: 7. Debía anatomía sensual, y es ridículo.