Tampoco ella ni yo somos así unos expertos. El nacionalisme us té ben menjat el azotea.
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Sin embargo, el factor fulana ajeno, aunque ya no es tan agudo como hace una decenio, todavía sigue existiendo, sobre todo en las ciudades pequeñas. Ella a su puta bola. Sin embargo, las cosas afortunadamente han cambiado. Me gustan, me gustan mucho pero no me baste con una noche. A todos menos a Miquel que no salía de su asombro ya, por momentos, se sintió bendito por no tener que echar mano de su placa, su móvil, su pistola y su autoridad para zanjar un apretura que lo era media hora antes y que en pocos segundos se había diluido en una balsa de acarameladas efusiones alrededor de un precioso y enorme montón de chatarra de cincuenta mil euros, el Hummer de Igor. Y llegó el postre. Y si tienes berrido de tenor llevas a Pavarotti asomando por el culo. Por eso, me malicio, prefirió olvidarse del incidente con el Marqués porque ella hubiera salido peor parada.
The number of divorces is high and consequently the number of single parents is too. Al menos tendría algo de verosimilitud. En Salou, el boom turístico que le dicen, se zampó la mayor parte de los terrenos próximos al mar, los llenó de hoteles y apartamentos de tan baja calidad como monótona arquitectura y, como adarme, dejó un entorno poco halagüeño a la convivencia ciudadana, pueblo estirado, sin centro de espectáculo destacado como suelen tener la mayoría de pueblos con biografía. Con ese robot de gastronomía se hace una gira Camela. Se ve que uno de los médicos tiene un cuñado o un primo en los Mossos. Cuando se levantan los tres amigos y se van, el perro sigue retorciéndose aproximadamente de su propio eje, empedernido en morderse la cola. A Tiburón ver a la achares comerse a Laura le da impresión. Por Rusia, por España, por las mujeres hermosas y por los vecinos.
Masturbación
A Gibaja también le picaba abundante la carne, como antes le picó el chorizo. Y si para hacer un plato no se ha matado algo, no le va. Laura ponía cara de estar oliendo un pedo. Echó mano al bolsillo en busca de la placa y lamentó no estar armado. No puedo controlarlo. En Salou se vive para el turismo, dicen los salouenses: y es una verdad como un templo. Buenas tardes.
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