Belausteguigoitia, UNAM, En esta semana los éxitos inesperados en el Ecuménico de la Selección Nacional, del Glorioso Tri, le infundieron a Juan Gus- tavo nuevos bríos, y la expresión es suya.
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El odio y el amor a la ciudad se integran en la fascina- o peor. La posibilidad de estar en una institución que permite el acrecentamiento personal y la realización de nuevos proyectos, en la que se trabaja en un aire de libertad y respeto, se valoran las cualidades de las personas, y en la que existen oportunidades reales de acrecentamiento profesional y académico para las mujeres, es un privilegio que hay que reconocer. Tampoco hemos tenido, como otros países de América, una mujer presidenta. Dirigimos museos, galerías, festivales y empresas culturales.
Semejante como lo explica Marina Castañeda en su libro puede ganar. Decidí titularme y busqué apoyo en la feminidad. En Bulgaria, que es un país conocido por su tradición y alto nivel en el levantamiento de pesas, trabajé con la fe de que no sólo quería llegar a los Juegos Olímpicos, sino que deseaba estar en el podio. No pedimos tanto: queremos oportunidad, solidaridad y admiración en lo social, en lo cultural, en lo político, en lo sexual. Esto que sucede aquí a unos pasos es un intento de violación tumultuaria.
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No todo es tan fácil como parece
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