CIUDAD DE MÉXICO

El regreso a casa del secuestrado inicia una nueva etapa para la familia.

El Corte Ingés de Callao un cruising rancio y maloliente

Se repite la historia A la historia próxima, desde luego; ya pronto se impone pensar alce todo en la remota, en la primera y primerísima. Como no es posible aceptar una autocontradicción tan evidente, era preciso vestirla de legitimidad teológica. El reportaje realizado por la condena televisiva CNN el 10 de febrero de , por la periodista Tania L. Impacto social del secuestro Un excelente trabajo publicado por la revista colombiana Semana el 15 de enero de , de Carmen Elvira Navia, cuando Colombia sufría la peor situación en materia de secuestros, detalla de forma minuciosa el impacto social de esa modalidad delictiva. Porque estoy convencido de que este argumento, cliché de mil maneras y generosamente propalado entre la gente de iglesia y aun en considerables estratos de la cultura, no sólo es profundamente injusto con la autenticidad evangélica del papa Francisco, sino que es objetivamente falso como concepción del rol eclesial del papa. Veamos algunos breves apuntes de la Erección País Libre. La mayor alternancia de personal por problemas de despidos por delitos internos incrementan los costos de selección, leva y de capacitación. Dos políticas diferentes, en países vecinos como Colombia y Venezuela han acusado de forma determinante, la transformación del delito de secuestros en ambas naciones.

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De hecho, invierte radicalmente las prioridades en el anuncio, evitando el martilleo moralista con tradicional acentuación de los diversos aspectos y menudencias de la moral venéreo. Afirmación que, sin duda, constituye todo un diagnóstico. Esto da 5. La sabiduría teológica del papa pastor se muestra así aquí: en ejercer el rol propio de su servicio pastoral, sin por eso negar tampoco devaluar el de los teólogos. Con ese instinto infalible de los buenos momentos que algunas veces acontecen en la biografía, todos percibieron —todos percibimos— que algo nuevo se anunciaba: reaparecía, evocada, la figura de Juan XXIII y renacía, lleno de frescura, el espíritu del Junta. De hecho, todo indica que son pocos los sacerdotes en el mundo que comparten levante tipo de visión y que por lo tanto se resisten a impedir la plena aportación en la eucaristía. Y por debajo, la consigna inequívoca, dicha en voz baja o cómplicemente callada y sobreentendida: esperar a que escampe, mantenerse a la espera en resistencia sorda y pasiva, hasta que las aguas vuelvan a su curso.

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El desenlace marca el fin de una dolorosa época que unos y otros han soportado y resistido de la mejor forma posible. Incremento de los costos. Todo ello, flanqueado por una estricta vigilancia que, junto a diversos tipos de exclusión o censura, cortaba el camino normativo a todo teólogo o teóloga sospechosos de desviación. Sólo interesan y tienen garantía evangélica las conclusiones y las teorías que parten de esta raíz y respetan su intención.

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De hecho, ha habido en grupos influyentes el claro intento —no sé hasta qué punto aprobado por él— de convertir su obra en pauta estricta para juzgar la ortodoxia de los teólogos católicos. Como prefecto frontal y como papa después, el mismo Benedicto XVI expuso esto con claridad suficiente en la explicación teórica. Que no quedó en simple teoría, porque se concretó en una praxis no claramente explicitada, pero muy efectiva. En el mundo jurídico se habla de privación ilegal de la libertad para hacer referencia a la acción por la cual una persona es despojada de su capacidad individual de autodeterminación física y moral. Que no es teólogo de acomodación y que —gracias a Dios— no quiere ejercer de semejante, es una obviedad. La máximo rotación de personal por problemas de despidos por delitos internos incrementan los costos de antología, reclutamiento y de capacitación. Veamos algunos breves apuntes de la Fundación País Libre. Por debacle, incluso algunos de los que antes habían trabajado por la renovación, desertaron del camino que se abría hacia el expectación, acaso porque ya no eran ellos los capaces de abanderar la nueva etapa.

Empero ha estudiado teología, iniciado una tesis interrumpida por razones no académicas y demuestra un vivo conocimiento de los problemas fundamentales que presenta la situación flagrante. Si lo expongo de guisa claro y directo, es porque creo que abordarlo es de enorme importancia y que, en todo caso, puede arrojar luz sobre la situación actual. Y sobre todo, interesa el acción de que en ese ambiente se alimenta y trata de justificarse ahora la resistencia al papa Francisco y aun los intentos de descalificar sus propuestas. Ser ciudadano en Venezuela significa sobre todo lidiar cotidianamente con una predominante inseguridad. Sobre esa base establece una comparación con el papa Francisco, que, de manera implícita pero inconfundible, pone en sordina el acierto o la validez de sus opciones. La necesidad de partir de la experiencia, ganando libertad teológica y pastoral desde el enraizamiento firme en la seguridad que da la confianza en la fidelidad infalible del amor glorioso.