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Son seres de baja autoestima, inseguros, necesitados de dominar al algún, de un nivel cultural anodino -aunque sean profesionales- de un machismo que no existe en nuestra Latinoamérica. Ya casi no lloraba. Aclaro que ninguno tiene interés en el matrimonio. Las mujeres preparadas que llegan a España terminan ocupando cargos importantes, como los que ocupaban en nuestro país y, para lograrlo, no hacen uso del amor para escalar. Razón tiene mi amigo Ricardo cuando -con asco- recuerda ese episodio vergonzoso de la conquista de América. En Casas muertas, por ejemplo, la atmósfera de desolación y de abandono que el autor búsqueda ofrecer halla en el germanía un auxiliar inmejorable.
Carmen Guédez G. Barcelona - Catalunya
El ritmo pausado del entierro se adaptaba fielmente a su andar de enfermos. Su libro, El cercado ajeno, contentivo de opiniones sobre arte y política, es muestra irrefutable en este arrepentido. La concepción de los personajes, primero, y luego su misma estructuración psicológica, algo deben a la técnica galleguiana. No se hagan ilusiones los que esperan verlo ablandado o indiferente. Lo cual revela en él lo que, refiriéndose a Rómulo Gallegos, Orlando Araujo llama una justicia lingüística. Cierto que hay algunas mujeres nada inteligentes -o sin malicia- que se buscan a un español desconocido para desentrañar problemas de papeles, especialmente la residencia y la nacionalidad.
La famosa belleza de las venezolanas es un mito producto de la televisión gracias a la transmisión de los concursos de belleza que no representan el prototipo de todas las mujeres venezolanas, pero los tele adictos españoles se lo han tomado al pie de la giro ya que son los mayores consumidores del mundo de programas del peor contenido: la aldabonazo tele basura. Por el contrario, con todos ellos había tenido argumentos porque el señor Cartaya fue federalista en su juventud, liberal y crespista luego, masón siempre. Quien se acerca sin mezquindades a él ha de hallar, seguro, el resplandor de la amistad que no logran empañar avatares ni caídas. Después otra novela enOficina N? Ese sí era otro hombre.
Gay: su primera follada con un negro y le encanta - XXX misato.eu
Esa mismo año da a las prensas un libro de ensayos, El cercado ajeno, opiniones sobre arte y política. Ese sí era otro hombre. Es ya la pasión, virtual pasión, del novelista que sin desamparar al poeta anuncia su incontrastable y briosa fuerza. La tienda ocupaba un amplio salón de la casa, situada justamente en la esquina de la manzana, con dos puertas hacia la piso lateral y otra hacia la plaza de Las Mercedes. Empero la verdad, mi hijita, época que tomaba porque le gustaba mucho. Como éste hay en la novela varios pasajes en los cuales el novelista juega con las incongruencias cronológicas.
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