Esa calamidad se pegó a la rueda de la quiebra de todo el aparato productivo y la enfermiza nacionalización nos dejó sin supermercados y hasta las bodegas quedaron destruidas por unas políticas alejadas del progreso y el desarrollo. Venezuela necesita una sobredosis de ciudadanía y a eso apuesta Juan Guaidó porque no es sencillo tomar las riendas de un país penetrado por los vicios de las corruptelas, del bandidaje y de la locura del poder.
CORPOSERVICA
Estas jugadas torpes se vinieron versus el gobierno hasta malponerlo universalmente ante los mismos presidentes que no llegaban a entender porque atacaban con tanta fuerza al régimen de Maduro. Esos son las reglas chavistas que no cuadran con la democracia venezolana, pùes cuando pierden arrebatan y dejar en ascuas a los gobernantes electos por el dictamen popular. Por uno de esos azares de esas reuniones, me quedé solo un momento con él y en su castellano aprendido en su adolescencia caraqueña, aliñado con francés de político conservador e imperial, se le cayó una apreciación: —El línea del mundo viró del Antorcha al Sur. Esa calamidad se pegó a la rueda de la quiebra de todo el aparato productivo y la enfermiza nacionalización nos dejó sin supermercados y hasta las bodegas quedaron destruidas por unas políticas alejadas del progreso y el desarrollo. Se construyeron escuelas, acueductos, universidades, autopistas, estadiums, hospitales y se regalaron nuestras dívisas de forma alocada. Pero estafó el general al pueblo hasta confundirlo con tantas palabras huecas que su gobierno sería el mejor de la historia de Venezuela. Se ha limitado a distribuir el presupuesto de pago del elenco y para gastos de funcionamiento. Esa situación país se resolvía con sangre joven y con un tecnócrata que asumiera con su personalidad política desmitificada el compromiso de salvar a Venezuela.
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En estos momentos con casi todas las naciones del planeta apostando a unas elecciones transparentes no le queda a Maduro otra alternativa que renunciar al eficacia y entregar el mando a una sociedad que decidió hace rato cambiar para mejorar sus condiciones de vida. Esa misma gente que destruyó la nación se ríe del desastre que propiciaron al soñar con un nuevo ciudadano que nunca germinó y que se quedó en los tobitos de los cultivos organopónicos de los cuales también habla Maduro en sus alocuciones como la salvación productiva del país. Ha ordenado a la Guardia Civil sacar tanquetas y masacrar a manifestantes en favor de la autodeterminación. No podemos adquirirlas. Esa situación de desesperanza llevó a los venezolanos a desconfiar del sistema electoral y a negarse a asistir a las urnas porque tienen la convicción que ese régimen de malandrines que manejan el CNE les roban sus votos.
Y sabes que no seremos nosotros. Pero sin oposición la academia sufre y la ignorancia camina por las paredes sacudiéndose el polvo del camino y sometíéndose a la peor pesadilla de su historia. Por eso aparece la nueva Venezuela en la cara de un ciudadano que muestra su rostro limpio y que no deja que le pongan las esposas porque es entregar la dignidad de un pueblo. Toda esa teórica oferta se quedó en las ilusiones de los pobladores de El Horcón y El Tunal y en el alcalde del edad que hizo una donación entre a metros para la arquitectura del parque eólico.
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